En su última novela, Aharon Appelfeld explora las raíces de la naturaleza humana, confrontando la sed de destrucción con la necesidad de reparación. La historia sigue a Iréna, una joven campesina en un pueblo ucraniano, que presencia la brutalidad contra sus vecinos judíos. Horrorizada por la inacción y el maltrato de su esposo, emprende un viaje profético, proclamando la conexión entre el cristianismo y el judaísmo. A lo largo de su travesía, Iréna enfrenta amenazas y encuentra protección en diversas mujeres, cumpliendo su destino en medio de un mundo en crisis.