Raquel y sus compañeros de clase realizan una excursión a los bosques del río Eume, donde exploran las ruinas de un monasterio abandonado y recogen castañas. Durante el viaje de vuelta, Raquel escucha ruidos provenientes de su mochila y descubre a un hombrecito diminuto y grotesco con orejas puntiagudas. Este libro resalta valores como la amistad, la ecología y la reducción del consumo, invitando a los jóvenes lectores a reflexionar sobre la importancia de proteger el medio ambiente y fomentar un consumo responsable.