Els Sots Feréstecs es considerada la primera novela modernista de la literatura catalana, marcando el inicio de un período muy productivo. La obra se encuentra en una encrucijada, influenciada por las corrientes simbolistas y decadentistas, y a la vez reflejando la crisis política y social de finales de siglo y la defensa de actitudes regeneracionistas. La novela aborda el fracaso del intelectual en su lucha por regenerar la sociedad, pero paradójicamente, abre la novela catalana hacia las raíces del individuo, descubriendo la personalidad capaz de sentir y obrar por ella misma, ejerciendo su voluntad como camino de progreso colectivo.