Las enigmáticas desapariciones de niñas del colegio de las madres lazaristas de San Gervasio son el punto de inicio de la aventura indagatoria que tiene como protagonista a un cliente del manicomio quien obligado a convertirse en investigador se verá envuelto en toda clase de percances de los que logrará salir llevando a cabo su cometido y descubriendo una intrincada farsa de gente pudiente. Aparentemente nivelada y lisa la escritura de Mendoza constituye un espléndido ejemplo de investigación literaria personal ajena a todo mimetismo que ahonda en las posibilidades de volver del revés sin infringirlas a primera vista las posibilidades del relato tradicional e indagar así como un buen detective o como un personaje de Henry James en el dibujo que se nos muestra al dorso del tapiz de la trama. Una farsa burlesca y una sátira moral y social que tiene sus raíces últimas en la picaresca y en el modelo cervantino.