En la primera novela de William McIlvanney, Charlie Grant, un joven estudiante de la Universidad de Glasgow, presencia la muerte de su padre. Abrumado por el recuerdo de esta muerte humilde pero digna, Charlie se enfrenta a su propio resentimiento hacia su madre adúltera. Con reminiscencias de Hamlet y Camus, esta obra es un retrato revelador de la juventud, la sociedad y la familia, y fue galardonada con el Geoffrey Faber Memorial Prize.