Al degradarse la realidad aparece la farsa y, en un segundo nivel, el esperpento; Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento, aclara Valle-Inclán.Aquí el espejo cóncavo es una conci encia dolorida, una conciencia moral que escandaliza o aterra. Resulta patético que quien vea la verdad sea un ciego, Max Estrella, soñador perdido en un Madrid absurdo y hambriento.