En 'La balsa de piedra', José Saramago plantea un audaz escenario narrativo donde una grieta en los Pirineos separa la península ibérica del resto de Europa, transformándola en una isla flotante. Esta isla se desplaza hacia el sur, buscando una utopía en el encuentro cultural con los pueblos del Atlántico. A través de este viaje, Saramago explora temas de identidad, pertenencia y la búsqueda de un nuevo equilibrio mundial. Los personajes, dos mujeres, tres hombres y un perro, viajan incansablemente a través de la Península mientras ella va surcando el océano, buscando en sí mismos las personas nuevas en que se convertirán.