En mayo de 1941, los habitantes de April Grove, Portsmouth, sienten que la guerra no tendrá fin. Las familias se ven destrozadas, no solo por las separaciones y pérdidas de la guerra, sino también por fricciones más inesperadas, a medida que las esposas e hijas desempeñan roles nuevos e independientes, y los niños se ven obligados a crecer demasiado rápido. Betty se enfrenta a conflictos en casa por el hombre que ama; Carol está desesperada por escapar de su madre quejumbrosa; y Micky casi trae la tragedia a todos. Sin embargo, a medida que la guerra cambia irremediablemente sus vidas, las familias de April Grove aprenden a soportar, e incluso a seguir sonriendo.