Carrie Soto es una tenista feroz y muy competitiva, lo que la ha hecho impopular. Sin embargo, al retirarse, es considerada la mejor jugadora del mundo, con numerosos récords y veinte títulos de Grand Slam. Tras seis años de retiro, Carrie observa cómo una joven tenista británica le arrebata su récord en el US Open de 1994. A los treinta y siete años, decide volver a entrenar con su padre para intentar recuperar su récord, a pesar de las críticas y los desafíos físicos. Para lograrlo, deberá entrenar con Bowe Huntley, un hombre al que una vez abrió su corazón. En esta novela, Taylor Jenkins Reid explora el precio del éxito y los sacrificios necesarios para alcanzar la grandeza.