Ésta es una de las obras más vivas de Walter Scott no obstante la convencionalidad de su argumento que narra los amores y desamores entre un escocés y una inglesa en un clima absolutamente romántico. El Anticuario era la obra preferida de este autor posiblemente porque el personaje central posee rasgos inconfundiblemente autobiográficos como el de entregarse a las reminiscencias de un primer amor desgraciado.