El dentista es encontrado muerto con un agujero de bala en su sien y un revólver en el suelo cerca de su mano derecha. Poco después un paciente aparece sin vida por una dosis letal de anestesia. Un caso evidente de suicidio y asesinato pero ¿por qué un dentista cometería un crimen en medio de una jornada llena de citas? Un zapato de mujer parece ser la clave del misterio. Y solo Hercule Poirot podrá desentrañarlo.