Miles de finlandeses se lanzan cada año por un precipicio o inhalan dióxido de carbono del tubo de escape. Precisamente el día de San Juan la fiesta de principios del verano Onni Rellonen un empresario en crisis decide poner fin a su vida. Pero apenas ha encontrado un granero apartado unos ruidos lo detienen. Onni salva a otro visitante del granero el coronel Kemppainen un viudo que había decidido matarse ese mismo día. Ambos renuncian al común propósito y empiezan a charlar sobre los motivos que les impulsaban. Toman una sauna beben coñac y empiezan a tutearse hasta que se rinden ante la evidencia: existe un gran número de candidatos al suicidio. Nace así una larga amistad y la idea de fundar una asociación de «aspirantes a suicida». Así treinta y tres compañeros deciden partir en un flamante autocar en busca de un suicidio colectivo digno: cruzarán Europa hasta encontrar el mejor acantilado desde el que lanzarse deliciosamente al vacío.